Se llama blefaroplastia superior o inferior a la intervención quirúrgica a realizarse en los párpados, para eliminar o reposicionar el exceso de tejido -caída del párpado- y para reforzar músculos y tendones circundantes.
Este procedimiento es ideal para personas con exceso de piel y bolsas grasas en los ojos que pueden aparecer tanto en el párpado inferior como superior o en ambos.
La grasa que se encuentra alrededor del ojo tiende a hincharse por distintos motivos y con el tiempo, los tejidos que contienen esta grasa comienzan a ceder generando lo que comúnmente conocemos como bolsas.
En algunos casos, la única solución es la corrección quirúrgica, que consiste en extraer las bolsas o reposicionarlas como es el caso de la bolsa inferior interna que, en algunas situaciones, se utiliza para mejorar el surco de la ojera. La cicatrización del párpado es muy buena y prácticamente no deja estigma de la cirugía.
En cuanto a la caída de los párpados, se produce por el estiramiento de la piel por acción natural de la gravedad más el peso de las bolsas y/o la fuerza muscular.
Al igual que las bolsas, la fuerza muscular también puede ser tratada. El objetivo de intervenir para reforzar o direccionar la fuerza es disminuir la tensión de los vectores negativos (los músculos que bajan la ceja) y liberar o ayudar a los vectores positivos (músculos que suben la ceja). De este modo no sólo evitaremos que se caigan los párpados, sino que mejoraremos la expresión de la mirada.
El procedimiento quirúrgico no es doloroso, aunque como toda cirugía requiere de estudios prequirúrgicos y algunos cuidados post operatorios como no bajar la cabeza ni hacer esfuerzos durante los primeros 7 a 15 días y realizar compresas en los ojos para disminuir la hinchazón.
Se recomienda un reposo de 72 horas y luego se puede retomar la actividad social de forma moderada, con anteojos oscuros para evitar que se vean los hematomas.
Este tipo de intervenciones no posee grandes contraindicaciones. Como cualquier cirugía, el paciente debe declarar si presenta alguna enfermedad en su coagulación, o patología en general que pueda poner en riesgo su vida, o alguna patología ocular que amerite, previo a la cirugía, un control con el oftalmólogo.
En caso de buscar alternativas de procedimientos no quirúrgicos, el uso de rellenos de ácido hialurónico de distintas reticulaciones en el contorno de ojos es muy aconsejable.
Según la indicación del profesional interviniente, se pueden combinar ambos tratamientos (quirúrgicos y no quirúrgicos). Mediante el uso de toxina botulínica y rellenos de ácido hilúronico podemos prolongar, mantener y mejorar los efectos logrados con la cirugía.