La piel del cuello es más fina que la piel de la cara. Por ello, el cuello suele envejecer más rápido que la cara y, con el transcurso del tiempo, la piel del cuello se vuelve flácida. Dar un rejuvenecimiento a la parte inferior del rostro puede ayudar a reducir el aspecto de las arrugas faciales profundas, eliminar la grasa del cuello y a restituir un aspecto más firme y jovial.
Se realiza a partir de los 15 años para disminuir el volumen del mismo en personas con cuello grueso por obesidad o en aquellas que deseen disminuir la flacidez del mismo.